Hace mucho, mucho tiempo, en la República hermana de Argentina, Editorial Perfil (existente desde 1976 hasta nuestros días) lleva a cabo el experimento de sacar 10 números de Batman y los Outsiders. Fue lo que se consideraría un golazo, curiosa la elección de un título que ya había muerto y no eran sus números más destacados (además del crossover de los titanes, que solo editaron la segunda parte… pero, en fin…). Así fue como en noviembre de 1991, algunos “comiquerillos” frustrados (solo teníamos un par de cosas Zinco, varias Novaro que tenían un “continuará” de que jamás se volvía a saber y leíamos con dolor los correos al ver lo que publicaban en otros países) nos encontrábamos con el N°1 de Superman ¡¡¡ERA EL PUTO NÚMERO UNO DE SUPERMAN DE JOHN BRYNE!!! Pero ¿qué artes del diablo habían ocasionado esto? Prosigamos… Junto con esta colección, no pasó nada de tiempo para ver a Batman, La Liga de la Justicia y… ¡¿Flushman?! ¡¿WTF?!
En fin, con emoción empezamos con las 10 noches de la Bestia de Bats, conocimos a Ala Nocturna y Astro Dorado y otros clásicos que no esperábamos. En Chile, pronto nos volvimos locos cazando número a número de cada colección, anhelando su llegada y a veces adelantándonos un poco para los que íbamos a la Crazy All Comics.
Se me acumulan las ideas pensando en qué contarles primero. Los títulos publicados son del dominio público, hablarles de los autores citados también (aún recuerdo con emoción que lo primero que tuve de Frank Miller fue del año uno editado por esta editorial) y para que mencionar el goce y emoción suprema cuando tuve en mis manos la Broma Asesina.
Claro, muchos criticaban el material y gramaje de sus hojas y portadas, los colores a veces corridos, y hablábamos con emoción y perplejidad ante la excelente traducción de los diálogos, pero con la duda de por qué nombres como Bicho Azul (Blue Bettle).
Pero, en fin, vamos a por cada uno de los mitos que rodean a esta legendaria editorial, partiendo por el más conocido: Flushman.
Una de las primeras sorpresas que nos llevamos los lectores, fue que Flash pasaba a ser Flushman, y el tipo bajo el traje no corría más allá de la velocidad del sonido y ¡¡no era Barry Allen!! Era un chico llamado Wally West, al que habíamos visto como Flashito en Novaro. El tema es que un suplemento de un conocido diario de por allá se llamaba Flash, y dice la leyenda que en vez de preguntarles si les molestaba que ambas se llamasen de esa forma, evitaron el conflicto y pensaron en varios nombres, de los cuales quedó Flushman. Aún creo que cualquier alternativa era mejor.
Una de las cosas que los lectores de la época más amábamos eran las secciones. Incluso tanto como el cómic en sí mismo: “Chismes y Comentarios”, “Charlas en el Parque” y los correos. ¿Cómo olvidar a Rascomix y el profesor Weirdo? Cuando puteaban o no le contestaban a alguno pasado para la punta o simplemente lo mandaban a la… En fin… Fui uno de los sorprendidos cuando me enteré con los años que Rafael de la Iglesia era el alter ego de ambos personajes… Razón por la cual, me saco el sombrero, porque cuando los lees, crees realmente que son personas diferentes. Otra cosa a destacar es que otro alter ego de Rafael era Alejandro Tancredi, el que contestaba los correos para los lectores de Marvel en Columba… y donde trabajaba (Club del comic… lo que mas se vendia era Zinco)
Mención aparte del Licenciado G. Sarasa que no era otro más que los hermanos Accorsi. En fin, nos enteramos de muchas novedades y aprendimos bastante leyendo estas deliciosas cápsulas y correos.
Un dato interesante es que si tomas el 43 y 44 de Zinco y le agregas el 44 perfil, tienes el Action Comics 600 completo.
Los putos malditos números perdidos: varias historias rodean a por qué hubo números sin salir en el mercado chileno. Una de las teorías más aceptadas por el público contempla que en algún momento (no me queda tan claro que así haya sido efectivamente), se imprimió o quiso imprimir Perfil en Chile por un tema de costos y lo bien que estaban vendiendo acá (recordemos que, como pasó muchas veces y en varias épocas, solo llegaba el sobrante a Chile). Por lo tanto, entre que se iba a empezar a imprimir y todo, se dejaron de enviar cómics a Chile. Esta transición no llegó a buen puerto y se retomó el envío desde afuera, dejándonos con números escasos en todas las colecciones:
–Batman 32, 33 y 34 (La Banda de Barro) y 35 (primer número de Anarquía); ambos editados por Zinco.
–Superman 34 y 35 (números de Wolfman y Ordway) y 36, que es el legendario número de Loris Lemaris de John Byrne. Los primeros editados por parte en Zinco, y el segundo fue completo (mal que mal, ganó un Eisner).
–Flushman 32 al 36. Acá fue ruda la cosa, ya que fueron 5 números los que no llegaron. A nosotros en Zienke Cómics, nos han llegado en ocasiones y se los han peleado.
–JLA 34, 35 y 36 (el 35 es la portada de la saga del Sr. Milagro editada por Zinco [8 números]).
–JLE 10 al 12 y 14 (el 13 SÍ LLEGÓ, pero todos lo ignoraron, debido a que la portada era tan fea que he llegado incluso a escuchar a alguien decir que era “fake”).
–Las Aventuras de Batman 3. Este no me queda tan claro. Estoy seguro de que lo tuve y lo vi en kioscos, pero comiqueros bacanes y cercanos me aseguran que sí, es facil confundirse con zinco.
¿¿Y qué pasó con Hora Zero?? Bueno, aunque digan lo contrario y haya leyendas urbanas al respecto; la respuesta es que jamás fueron publicados. Si bien se anunciaron varias colecciones y en algunas portadas se mostraba como ya a la venta, la verdad es que los mandos superiores de Perfil no le avisaron al equipo de DC/Perfil que se acababa la licencia de DC y los dejaron como mentirosos ante los ojos del público. Fueron víctimas, tal como nosotros. Sin lugar a duda, la editorial que nos convirtió en coleccionistas, aquella que buscan aun muchos asiduos, no tanto por continuidad como por nostalgia y es joya de varios aquellos que nos leen en este momento.
Por eso y mucho más, gracias Perfil.